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Israel Cabrera

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Bitcoin, huyendo del confiscador

By | Blockchain, Technology | No Comments

“The way you haunt my dreams, they can’t take that away from me”, Ira Gershwin

Este pasado viernes, Bitcoin, la moneda virtual, aunque yo prefiero llamarlo “reserva virtual”, superó los 1.900 dólares y en una sola semana su capitalización se disparó en 4.000 millones de dólares, llevándolo a máximos históricos. Sobre el fenómeno hemos hablado en esta columna en diferentes ocasiones, y creo que merece la pena analizar las razones por las que sigue creciendo.

Los bancos centrales del mundo están aumentando masa monetaria de manera descontrolada e injustificada. Como hemos comentado en varias ocasiones, más de 200.000 millones de dólares mensuales de recompras en la mayor transferencia de riqueza de los ahorradores hacia los gobiernos. Mientras el ahorrador ve sus depósitos desaparecer con tipos reales negativos y devaluaciones, mientras los bancos centrales buscan a toda costa empobrecer al vecino vía devaluaciones para beneficiar a Estados deficitarios, la represión financiera sigue generando respuestas de los ciudadanos, que buscan salvaguardar sus ahorros del monstruo confiscador de la devaluación.

El principal factor que ha llevado a Bitcoin a subir de manera vertiginosa es esa represión financiera. A principios de año, la demanda de Bitcoin por parte de China se disparó casi un 80% ante los controles de capitales y el miedo -más que fundado- de los ciudadanos a que el Estado intente cubrir los enormes desequilibrios de la economía china con devaluaciones y controles de capitales más agresivos de los ya impuestos. Al fin y al cabo, no se les escapa ni a los economistas más burbujeros y a los depredadores de lo ajeno que China podría mitigar sus enormes problemas de deuda y burbuja financiera asaltando a una población que tiene uno de los ahorros familiares más altos del mundo (48% de ahorro bruto con respecto al PIB, sólo superado por Kuwait y Bermuda). Se confisca ese ahorro vía control de capitales y devaluaciones agresivas, y a correr. Y, como es normal, los ciudadanos se intentan defender.

No sólo China. El trading de Bitcoin de Japón y Corea del Sur se disparaba un 48,6% ante la posibilidad legal de que los comercios empezasen a usar Bitcoin. Con el Banco de Japón “imprimiendo” 70.000 millones de dólares mensuales, Bitcoin se presenta como una alternativa a la represión financiera y como una reserva de valor, ya que la oferta del mismo no se puede decidir unilateralmente por un gobierno o su banco central.

Otro factor importante es que esa “start-up de moneda” que comentábamos hace tres años (lean) ha empezado a ser utilizada de manera generalizada para el comercio. Al dejar de ser un activo financiero únicamente para empezar a utilizarse de manera más amplia para intercambiar bienes y servicios, pierde su condición de “cosa rara incomprensible” que algunos querían darle, para convertirse en una alternativa real monetaria.

Pero no debemos ignorar los riesgos. De momento, los países no consideran a Bitcoin una amenaza, pero si se pone en riesgo de manera relevante su avaricia impresora y devaluadora, no lo duden, se acudirá a la represión legal para intentar pararlo. Aunque no será fácil.

Yo prefiero ver a Bitcoin desde una perspectiva más moderada. A medida que se implemente, con otras cybermonedas, se volverá a la cordura en los bancos centrales.

No olvidemos que los bancos centrales pueden permitirse esta orgía de política monetaria sólo -y no lo olviden los burbujeros– si mantienen la confianza del mercado secundario defendiendo su papel como moneda de reserva. Cuando la confianza y el status como moneda de reserva se pierde, bienvenidos a Venezuela.

Es por ello que estoy convencido de que Bitcoin va a servir como un freno a la expansión monetaria desbocada que llevamos viviendo nueve años con la excusa de que “no hay inflación”, creando disparatadas burbujas en bonos y activos de riesgo y poniendo las bases de la siguiente crisis. Bitcoin puede ser un revulsivo que fuerce a que vuelvan a la cordura los bancos centrales que saben que deben mantener sus divisas como reserva de valor.

De momento, los que predecían un desplome del Bitcoin como una especie de timo electrónico se han equivocado. Yo, que no he invertido en Bitcoin nunca, pero lo veo como una alternativa urgente y necesaria al descontrol de las políticas monetarias mal llamadas keynesianas, cuando son simplemente demenciales, espero que siga creciendo y que, con ello, sirva de freno a las veleidades de los que siempre acuden a meter la “mano virtual” en el bolsillo de los ahorradores -a través de devaluaciones y bajadas de tipos- para solucionar sus errores.

Una parte de la mejor cura a los que piensan que devaluando y con tipos negativos se soluciona el mundo, que es una falacia evidente, es un Bitcoin fuerte.

Publicado originariamente el 26 de Mayo de 2017 aquí

Ponga Tecnologías en su vida

By | Technology | No Comments

“Buy it, use it, break it, fix it, trash it, change it, mail-upgrade it” Daft Punk

La posición de la Unión Europea (Bruselas) y parte de los comentaristas económicos sobre las empresas tecnológicas no nos debe sorprender, pero es totalmente equivocada. La visión cortoplacista, orientada desde un punto de vista fiscal erróneo, nos esconde un problema mayor. Europa ha perdido la carrera de la tecnología y de la innovación, y no va a recuperar posiciones desde la represión fiscal.

Usando subterfugios, se intenta

– Los impuestos no se pagan al 100% donde se vende, sino donde se genera el valor añadido. La propia Unión Europea dictamina que, cuando se produzca una venta a través de comercio electrónico, el IVA de ese producto estará sujeto al tipo impositivo fijado en el país de residencia de la empresa, no del usuario que hace la compra. Lo mismo ocurre con la declaración del propio IVA. Es curioso, porque la Unión Europea defiende a capa y espada esta política –por otro lado, completamente lógica- para sus multinacionales y conglomerados industriales en sus inversiones en mercados emergentes y, sin embargo, las ataca para las empresas tecnológicas.

A la hora de mirar la contribución fiscal de las multinacionales, usar una visión localista desvirtúa el beneficio mundial. Por ejemplo, Google pagó más del 18% de impuesto de sociedades en 2016, casi 4.000 millones de euros, el 80% en USA, donde tiene la sede la compañía y donde genera la mayoría del valor añadido, tecnología y sistemas. Sin embargo, genera en el exterior casi un 38% de su empleo total, invirtiendo en start-ups y negocios establecidos hasta un 40% del total, lo cual genera un efecto multiplicador en toda la economía.

Pero, sobre todo, muestra el fracaso del modelo europeo que ha subvencionado y perpetuado sus conglomerados industriales poniendo barreras a creación, innovación y crecimiento del sector tecnológico, y ahora se encuentra con que no solo no tiene líderes en la carrera tecnológica, sino que además no “protege” sus puestos de trabajo ni sus ingresos fiscales.

– Se olvida el importantísimo impacto positivo en empleo, calidad del mismo, impuestos indirectos y cambio del patrón de crecimiento que suponen estas empresas, para centrarse en la titularidad. ¿Por qué? Porque son norteamericanas. Si fueran francesas, alemanas o de sectores rentistas, estarían recibiendo decenas de miles de millones en subvenciones.

No es una sorpresa que, según el ranking de Linkedin, las empresas más deseadas para trabajar sean Google, Salesforce, Facebook, Apple y Amazon. Google es un claro ejemplo, cuyos más de 60.000 empleados cuentan precisamente con el empleo de calidad y remunerado (más de un 30% que la media de sus empleos similares en los países donde opera) que algunos esperan, en vano, que se consiga vía subvenciones a sindicatos.

La Unión Europea gasta más de un 1% de su PIB en “políticas de empleo estatales” que incluyen enormes gastos estatales e ingentes subvenciones a sectores obsoletos, adicionalmente genera miles de páginas de regulación para “proteger” a sus campeones nacionales que, encima, también son acusados de pagar pocos impuestos porque van de adquisición ruinosa en adquisición ruinosa y pérdida porque me toca. Mientras en la OCDE la media de gasto en políticas activas de empleo no alcanzaba el 0,6% del PIB, en EEUU no llegaba al 0,15%, en España era del 0,9% en 2011 y en otros países como Francia superaba el 1,5% del producto interior bruto. ¿Y si gastásemos menos en esas políticas que han demostrado ser ineficientes y facilitásemos la implantación y creación de nuevos líderes tecnológicos?

– Muchos análisis olvidan el impacto de determinados servicios que son gratuitos para los usuarios y se financian con publicidad. Por ejemplo, un buscador. O Google Maps. Un estudio de Hal Varian cuantifica un impacto de 800.000 millones de dólares por parte del buscador sólo en ahorro de tiempos, eficiencias, posibilidad de comparar productos por el consumidor y elegir el más barato, incluso el impacto de servicios publicitarios.

No solo deberíamos plantearnos por qué ponemos barreras a empresas que emplean mejor y con mayores prestaciones, sino analizar de manera muy seria por qué se perpetúa el error de “proteger” a los mal llamados campeones nacionales. Primero, porque no lo necesitan, tienen su nicho bien merecido, pero son negocios maduros y, por definición, cautelosos con respecto al cambio. Segundo, porque estamos viviendo los frutos de “echar” al capital inversor que apoya un mejor patrón de crecimiento. La Unión Europea debería preguntarse por qué Skype se creó en Estonia y no en Bruselas.

Además, olvidamos el efecto multiplicador en la economía no tecnológica. Un estudio de ITSOS muestra que las pymes crecen y crean empleo hasta el triple que las que no usan esos servicios digitales que, además, son gratuitos para el usuario.

Si de verdad nos planteáramos el tema fiscal, de empleo y crecimiento de manera seria, apoyaríamos que las grandes tecnológicas creciesen mucho más en nuestros países porque el efecto impositivo en IRPF y Sociedades es mucho mayor. El efecto multiplicador es muy evidente en Irlanda. El país, con una política fiscal atractiva, ha cercenado su déficit en 12 puntos hasta eliminarlo, y el desempleo se ha reducido a un 6,6% con el paro juvenil en un 15%, el más bajo desde 2008. Todo ello sin perder servicios públicos. Pero, claro, el problema es que “las tecnológicas no pagan impuestos”. ¿No será el problema que sostener dinosaurios no sirve para nada?

La Unión Europea tiene ante sí un reto muy importante, que es el de convertirse en el motor del cambio y de progreso que merece ser. Porque el avance de la democratización de la tecnología y de los nuevos patrones de crecimiento es imparable.

Mirar a las multinacionales desde una perspectiva miope, solo nos lleva a perder. Si tenemos en cuenta el inmenso mercado que es Europa y el enorme potencial de su influencia en el mundo, deberíamos pensar más en parecernos a EEUU y menos en copiar a Japón. ¿Se acuerdan de sus “keiretsu” tecnológicos que iban a arrasar el mundo en los 90? Yo tampoco.

En Europa necesitamos más FANG (Facebook, Amazon, Netflix y Google) y menos fango.

Publicado originariamente el 24 de Enero de 2017 aquí

transición energética

Transición Energética

By | Oil & Gas | No Comments

“Put your circuits in the sea, this is what the world is for, making electricity”, MGMT.

Europa tiene que cambiar de modelo energético. No puede ser que en el debate sobre algo tan importante como la energía se ignore constantemente la competitividad y el enorme coste que suponen las políticas erróneas. En algún momento, deberemos reflexionar.

Algunos datos importantes que nos deben preocupar cuando pensamos en mantener industria y crear empleo:

En la Unión Europea, las pymes pagan entre un 20% más por la electricidad que en China y un 65% más que en la India. Entre 2005 y 2012 los precios de la electricidad en Europa subieron un 38%, mientras en Estados Unidos bajaban un 4%. Si vamos al gas natural, en Europa subieron un 35%, mientras en EEUU bajaban un 66%. Pero lo más grave es que esa tendencia se ha acentuado en los últimos años.

La política “verde” de Alemania ha duplicado la factura de las familias mientras el precio de generación mayorista caía, y encima en 2017 utilizan un 52% del mix eléctrico y un 88% del consumo de energía primario de energías fósiles. La “refoma energética alemana” ha costado ya más de 243 mil millones de euros entre impuestos y “recargos renovables” desde 2000, y las emisiones de gases de efecto invernadero no han variado prácticamente nada desde 2009.

En España, el presidente Rajoy ha empezado unas sesiones sobre Transición Energética y Cambio Climático, con participación de la Administración y de todos los agentes en las que un elemento esencial debe ser la competitividad.

Recordemos que hasta un 33% de los costes totales de las empresas españolas llegan a acumularse en la factura eléctrica (lean “bajemos el precio de la luz”), que se ha disparado en los últimos años por el impacto de subvenciones, costes fijos e impuestos.

 

Es muy sencillo, o buscamos la competitividad además del apoyo medioambiental o el efecto en el empleo y la deslocalización de empresas será exponencial.

 

La Unión Europea no puede ser menos del 10% de las emisiones de CO2 pero a la vez el 100% del coste. China, con el 30%, es el mayor contaminante y la solución es bien sencilla y compleja a la vez. No hacen falta cumbres del clima en localizaciones exóticas y hoteles de lujo. Las mayores empresas carboneras de China –y globales– son estatales y la inmensa mayoría en el mundo están subvencionadas (en España, nuestra izquierda súper-verde también defiende mantener las subvenciones al carbón). Es una decisión política.

Por ello, debemos tener en cuenta que el sector de la energía es clave en la descarbonización, pero no se va a conseguir desde los incentivos perversos y los costes acumulados que penalizan al eficiente a favor del ineficiente, subvencionan al caro y gravan al competitivo, y siempre se escuda en “el año que viene vamos a ser competitivos”. Se lanzan a decir lo baratas que son algunas tecnologías y luego dejan las subastas casi desiertas por falta de subvenciones.

Para descarbonizar la mejor herramienta tecnológica es la energía renovable. Pero las renovables son intermitentes (viento y sol funcionan a tiempo parcial) mientras que el consumo es continuo. Adicionalmente, la tecnología que hoy nos parece el futuro cambia a velocidades espectaculares. El que piense que en diez años los paneles y aerogeneradores van a ser como los de ahora, lo lleva claro.

 

Para descarbonizar, la mejor herramienta tecnológica es la energía renovable. Pero existe el riesgo de gastar demasiado en una apuesta por un futuro “anticuado”.

 

A esos retos se añade el riesgo de gastar demasiado en apostar por un futuro demasiado “anticuado” (llenar el parque de tecnologías en desarrollo es como apostar por el Betamax o el VHS cuando en pocos años desaparece el vídeo). Los sistemas eléctricos, en esa transición, necesitan medios de producción firmes y muy flexibles para dar respaldo a la caprichosa meteorología.

Estos medios de respaldo, hoy, son las centrales de ciclo combinado, que por su misión operan durante pocas, pero imprescindibles, horas. Mientras pensamos en baterías que todavía no son una realidad o soluciones realmente competitivas y viables, hay que utilizar lo que funciona y cumple la función de garantizar el suministro y hacerlo de manera económicamente viable.

Las centrales menos emisoras de CO2, además, son las nucleares, y debido a la elevada carga fiscal están en pérdidas. Las centrales de respaldo con las menores emisiones son las de ciclo combinado con gas y, de nuevo, registran pérdidas por muy poco funcionamiento.

A la vez que ocurre esto, el sistema es caro y además hay sobrecapacidad. ¿No es sorprendente? La respuesta está en una enorme carga de subvenciones, costes fijos y regulados y, además, un sistema que no responde en todo momento a la demanda por ser más volátil. Una gran parte de las energías verdes se venden todo lo que producen, por ley, fuera de mercado, y además están primadas (y luego se quejan de que hay poco mercado), y las que compiten en el mercado mayorista ven ese efecto de desinflación de precios ante el aumento de capacidad pero restricción de la demanda a la que atienden.

CADA PAÍS, SU SOLUCIÓN

Mientras, desde Bruselas se emite el llamado Clean Energy Package, cada país adopta sus propias soluciones:

Bélgica, Suecia y Suiza apuestan por la vida extendida de sus nucleares.

Alemania cierra sus nucleares y ve cómo la factura de la luz se multiplica para sus consumidores residenciales.

Francia busca cerrar sus centrales de carbón en 2023, mientras mantiene su enorme parque nuclear estatal.

Todos apuestan por las renovables, pero no responden al problema del coste.

Ahora que algunas tecnologías renovables son competitivas, la apuesta no puede venir desde el dirigismo, los mercados de restricciones, las subvenciones y los parches regulatorios. Debe venir, como en EEUU desde deducciones fiscales que se eliminan progresivamente, y competir en un mercado abierto, con contratos bilaterales transparentes.

España tiene que encontrar su camino energético con un objetivo esencial. Que baje el precio de la luz ya, no con promesas de competitividades futuras, sino con realidades.

Podemos fomentar la competitividad, abaratando la factura y avanzar en energías limpias, como la renovable, la hidráulica y la nuclear. Como los nórdicos, a los que mencionamos para lo que interesa a los intervencionistas, pero olvidamos que es mayoritariamente hidráulica y nuclear (no sorprende que Nordpool sea uno de los mercados eléctricos más competitivos) y con ciclos combinados de respaldo.

Para poder atender a la demanda de manera adecuada, sin cargar el sistema de costes fijos, tendremos que contar con un combustible fósil que es el más respetuoso con el medio ambiente. El gas natural.

No olvidemos la importancia de la competitividad. Las estimaciones de beneficios de la economía verde han demostrado ser muy cuestionadas en Alemania, donde la creación de empleo neta en el sector ha sido negativa, las quiebras se han dado a pesar de enormes subvenciones y los costes se han disparado sin reducir de manera relevante las emisiones.

Todos debemos aprender de nuestros errores, para solucionarlos. Desde una política que, ahora que presumen de un entorno de competitividad entre las nuevas tecnologías, evite las limitaciones de mercado, los incentivos perversos, los costes fijos acumulados, apoye la eficiencia y baje los costes reales. Aprendamos de los errores cometidos, solucionémoslos, y –por una vez– pensemos en los consumidores y las empresas. 

Publicado originariamente el 4 de Junio de 2017 aquí

Cumbre EU

Ponga una cumbre en su vida; siempre nos quedará París

By | Oil & Gas | No Comments

“Just do as I say don’t do as I do” Tony Banks, Phil Collins, Mike Rutherford

La decisión de Trump de rechazar el acuerdo “sobre el clima” de Paríscon el objetivo de negociar uno mejor puede criticarse o aplaudirse, pero lo que no debe hacerse es negar la realidad. Si a los gobiernos les preocupase el cambio climático, harían menos cumbres y más hechos. La realidad es que estas cumbres son oportunidades de foto que enmascaran una realidad muy distinta. Al burócrata le importa el proceso, no los resultados. Por eso adoran las cumbres y los acuerdos, pero justifican los atroces resultados con… Otra cumbre.

No se preocupen los que tiemblan ante las predicciones catastrofistas. El historial de errores garrafales de los agoreros del fin del mundo es tan amplio que solo un político lo podría ignorar. Solo recordarles que, según los análisis científicos de hace unas décadas, hace diecisiete años que no tendríamos ni petróleo ni agua. Porque ignorar la eficiencia, la tecnología y el desarrollo de fuentes sustitutivas es el pasatiempo favorito de los coleccionistas de subvenciones.

 

Ignorar la eficiencia, la tecnología y el desarrollo de fuentes sustitutivas es el pasatiempo favorito de los coleccionistas de subvenciones

 

El problema de la “lucha contra el cambio climático por decisión de comité” es que ni lo hace, ni ayuda a los consumidores. Perpetúa los incentivos perversos de los sectores contaminadores subvencionados y cercanos a los gobiernos a cambio de penalizar a los consumidores vía tasas, tarifas adicionales e impuestos “verdes”.

Pero hay una buena noticia. La descarbonización es imparable. No gracias a una cumbre de políticos –más bien al contrario-. Sino por competencia, tecnología y desarrollo. Por ingenio humano. El carbón lleva desapareciendo del mix energético global desde hace décadas a pesar –no gracias- a los gobiernos. Y lo mismo está ocurriendo con el petróleo.

De hecho, al lector no le sorprenderá que las cumbres del clima, en realidad, son reuniones que esconden, bajo la acción impositiva contra los ciudadanos, acuerdos para perpetuar los sectores rentistas contaminadores de sus países poniendo objetivos a 2030 que ya vendrá otro a explicar.

Porque la realidad es que, cumbre tras cumbre, con una sonrisa y un apretón de manos, vuelven a casa los líderes con sus empresas estatales contaminadoras intactas. 

-De los 147 países que han ratificado el acuerdo, en la inmensa mayoría, más del 90%, las empresas y sectores contaminadores son 100% públicos(las productoras de los petroestados, las carboneras, las acerías, etc…). Si a estos países les preocupase tanto el cambio climático no tendrían por qué reunirse en lugares exóticos. Con cerrar sus empresas estatales contaminadoras se acababa el problema.

-De hecho, ni cerrarlas. Si esos países que firman el acuerdo “del clima” implementaran las medidas de eficiencia, control medioambiental y mejores prácticas de las empresas norteamericanas, tampoco hacía falta cumbre. Tanto en I+D como en responsabilidad corporativa.

-La intensidad energética de EEUU se ha desplomado y necesita mucho menos consumo energético para crecer, a pesar de que ha aumentado su independencia energética hasta ser casi autosuficiente. La intensidad energética de EEUU es un 60% inferior a la de 1956 y crece mejor.

-China es el mayor contaminador del mundo. Supone un 15% de la economía global pero es casi un 30% de las emisiones totales. Si a China le preocupa el cambio climático, solo tiene que mirar al cielo en Pekín y ver que es negro, no azul, y cerrar sus empresas carboneras. Son casi todas estatales.

-India, lo mismo. Es casi el 7% de las emisiones globales y la inmensa mayoría son sectores estatales y subvencionados.

-China consume mucho más carbón de lo que dicen sus cifras oficiales. TantoThe Guardian como The New York Times han publicado que China emite hasta mil millones de toneladas de CO2 más de las que reconoce oficialmente cada año. Pero se presenta ante el mundo como el adalid de la lucha contra el cambio climático… En 2030 el 60% de su mix energético seguirá siendo carbón.

-La Unión Europea gasta anualmente 6.900 millones de dólares ensubvenciones al carbón. Desde el “acuerdo de Paris” de 2015, 875 millones de dólares anuales más. Es decir, han aumentado las ayudas al carbón (y las refinerías y las subvenciones al automóvil) mientras las tarifas de los consumidores se disparaban. No les tengo que decir que, además, la Unión Europea super-greenes alrededor del 10% de las emisiones de CO2 del mundo pero sus ciudadanos soportan el 100% del coste en sus tarifas.

-De las subvenciones a las energías fósiles, el mayor es Irán –que también firma el “tratado”- quesupone más que Arabia Saudí, Rusia e India juntos.

Como explicaba antes, la descarbonización es imparable. Y sería aún más rápida sin los escollos de los mismos que hoy se nos presentan como salvadores de la Tierra. Ni las estrellas de Hollywood desde sus aviones privados –verdes, seguro-, ni Trump con su aparente maldad diabólica ni los cientos de miles de páginas que firmarán tras el comité de turno van a eliminar el progreso, pero pararlo, vaya que si lo hacen.

Ni unos son salvadores de nada, con la sonrisa de “make the planet great again” mientras tiene un 1% del PIB en subvenciones a contaminadores, ni Trump es un monstruo. EEUU ha reducido más sus emisiones de CO2 que la inmensa mayoría de países gracias a la competencia, no a la decisión de Obama o de Trump. El éxito de EEUU en su política energética ha sido precisamente no tener una, me dijo Dick Cheney hace años. Si se hubiese hecho caso a las amenazas de politburó de la administración en 2007, hoy EEUU no sería autosuficiente en gas natural, uno de los mayores productores de petróleo del mundo, líder en eólica y solar competitiva sin subvenciones, y tampoco se habría dado la mayor caída del carbón como fuente de energía primaria.

 

Ni unos son salvadores de nada, con la sonrisa de “make the planet great again” mientras tiene un 1% del PIB en subvenciones a contaminadores, ni Trump es un monstruo

 

La descarbonización de EEUU no solo ha venido de la sana competencia, sino que se ha llevado a cabo una transición más barata para el consumidor. Y es que los datos de EEUU comparados con la Unión Europea de la subvención, el impuesto al CO2 y la planificación intervenida, dejan a Europa a los pies de los caballos. EEUU ha reducido más sus emisiones desde 2007 que la Unión Europea de la subvención y el decretazo.

EEUU ha conseguido esa reducción bajando los precios del gas y de la electricidad a sus ciudadanos, mientras en la UE se han disparado. Trump no va a hacer el carbón competitivo ni va a cambiar esa realidad, igual que Obama no pudo evitar la revolución energética que despreciaba ideológicamente y hoy se apunta como un logro personal.

¿Hubiera sido mejor que EEUU aceptase el acuerdo? Puede, pero no estoy seguro. Probablemente, ahora, desde una posición de fuerza, pueda negociar algo menos cosmético y más realista un acuerdo que no reniegue de la competitividad y el empleo.

Por lo tanto, no nos rasguemos las vestiduras.

Si usted cree que la decisión de Trump es muy mala malísima, respire tranquilo, le va a costar al menos tres años y medio llevarla a cabo. Y si usted cree que los salvadores del clima van a ser los chinos, dese un paseo por Pekin y Shanghai y mire al cielo. Y me dice lo que hay (si consigue ver algo).

Pero crea usted o yo lo que crea, la tecnología y la eficiencia seguirán generando mayor progreso, energía más abundante y más limpia. Keep Calmni Obama salvó el mundo ni Trump lo hundirá.

Publicado originariamente el 5 de Junio de 2017 aquí

light bulb

Bajemos el precio de la luz

By | Oil & Gas | No Comments

“The lights go down, and there´s no one around” Jeff Lynne

Cuando suben los precios de la luz aparece otra inflación inmediata. La demagogia. Y cuando baja, el silencio de los intervencionistas es palpable, mientras que cuando sube, afloran como los hongos poniendo como ejemplo que hay que intervenir. No hay más que ver el exitazo de las empresas públicas eléctricas en Grecia o Italia, donde la gestión pública es tan excelente que los precios de la electricidad son de los más altos de Europa.

¿Por qué sube la luz?

Obviamente hace mucho frío. La Unión Europea está sufriendo una ola de frío que no se había visto en mucho tiempo.

A ello se añade, en el caso español, un periodo extremadamente seco con escasas precipitaciones. Esto es muy importante porque la energía hidráulica es “de base”, es decir, funciona todo el año y sin interrupciones, y es un gran efecto mitigador de los precios de la electricidad. Las tecnologías “de base” son aquellas que son capaces de satisfacer la demanda mínima durante 24 horas sin interrupciones, es decir, la hidráulica, nuclear, carbón y gas. Cuando “fallan” o se cercenan las tecnologías de base en favor de tecnologías intermitentes -solar y viento- o por cuestiones de clima, el sistema tiene que acudir a gas o carbón para sustituir.

Pues bien, además del frío polar que aumenta la demanda -casi un 10% en un mes-, las reservas hidráulicas disponibles para producción hidroeléctrica en el sistema se sitúan por debajo del 39%, comparado con casi un 55% en 2016.

… Pero no entran las renovables

Las energías intermitentes son impredecibles. Sopla mucho menos viento, a pesar de las instalaciones, y en enero la producción eólica ha sido 55 GWh al día inferior a la media histórica. El equivalente a 2 centrales nucleares menos en el sistema.

¿Y la solar? Ha aumentado, pero aun así la producción renovable total ha caído un 42% en lo que va de mes. La solar nos cuesta 10 veces más que el petróleo por las subvenciones (€340/mwh), y tiene un facto de carga que no llega al 30%, es decir, no podría sustituir a las tecnologías de base.

…. Mientras sube el gas y el carbón

Por lo tanto, la pérdida de suministro barato y de base, además de menor producción renovable, se compensa con gas y carbón. Los problemas de suministro en Argelia, con dos plantas paradas, añadido a la ola de frío, y el aumento de la demanda de carbón para generación han disparado la cotización. Pero no es cierto que paguemos el gas a cifras insostenibles. Gracias al suministro vía gasoducto de Argelia y la mejor red de regasificación y contratos a largo plazo de los suministradores, no sufrimos la subida de otros países. En España el gas ha subido lo mismo que en Francia o Italia, incluso que en Alemania donde Rusia suministra gran parte con contratos a largo plazo.

Ahora, a las realidades

Si la producción de carbón y gas no existiera y todo el parque fuera renovable, España sería hoy una batería de cortes de suministro. Ningún sistema 100% renovable habría cubierto la demanda con una caída del 40% de la producción de energía de los molinos.

Podemos hablar del coste

Muchos en España se han pasado años hablando de que debíamos hacer “como Alemania”, desmantelar nucleares y sustituirlas por solar. Los precios de la electricidad para los consumidores en Alemania se han duplicado gracias a esa ocurrencia. No, las renovables no han bajado las tarifas en Alemania, las han duplicado.

En Alemania, “poster boy” del buenismo verde, el precio de la electricidad esta semana se ha disparado a niveles de 2008. Enhorabuena. Adiós nuclear, hola sablazo. Los precios se multiplicaban, pasando de 40 a 83 euros el MWh en Alemania, y a 102 euros en Bélgica. Y en Alemania, tras duplicar las tarifas, los fósiles y nuclear siguen siendo casi el 70% del mix y el carbón disparado. Genial.

En Francia, que disfruta un coste de electricidad un 40% inferior a España por tener el mayor parque nuclear (casi un 77% del mix de generación), también se han disparado los costes de electricidad por el frío. Un 17% en pocos días.

Algunos que dicen que la energía hidráulica se vende a precio de gas caro no tienen ni idea de cómo se forman los precios en el sistema eléctrico o derrochan imaginación. Todos los mercados de generación de Europa son marginalistas, todos. Pero eso no significa que el precio de la energía base sea el del megavatio-hora más caro.

En un país donde se ha multiplicado el coste de la luz más de un 67% entre subvenciones, costes, lo peor que podemos hacer es creer que se va a solucionar el precio de la luz con las mismas políticas que lo dispararon. Más de un 60% de la factura eléctrica son impuestos y subvenciones. Pero, es curioso, cuando se trata de atacar por los precios de la luz, todo el mundo se indigna por la parte que es menos de un 30% de la tarifa y se calla con el 70% que son impuestos, costes regulados, subvenciones -al carbón, a los consumidores interrumpibles, a las renovables… Es maravilloso ver a los “verdes” criticar cualquier cosa menos las subvenciones al carbón.

Las tarifas tienen que bajar. ¿Cómo?

Con un mix de generación orientado a la competitividad, no a la ideología. Que sea flexible y a la vez competitivo. Lo explicamos aquí.

Que los costes de los errores de planificación no los paguen los consumidores, y que pasen a los presupuestos.

Que si quieren “salvar” el clima reduciendo emisiones, llamen a los chinos y les convenzan, no hagan que Europa sea el 100% del coste cuando es menos del 11% de las emisiones.

Ninguna de esas cosas va a ocurrir si se penaliza al eficiente a costa del caro y subvencionado, si se perpetúan energías obsoletas o incentiva a las ineficientes.

Bajar la luz es imperativo. No se va a hacer hundiendo al que supone el 30% de la tarifa para subvencionar al que la dispara.

Mientras toda Europa busca culpar de los precios de la luz a cualquiera menos a la batería de impuestos y subvenciones, en Estados Unidos, hay que ver qué tontos, la combinación de gas natural y renovables compitiendo ha llevado a que sus costes de electricidad sean menos de la mitad y reduzcan más sus emisiones que en Europa. Pues nada, sigamos ignorando el mundo y creyendo en unicornios.

Publicado originariamente el 24 de Enero de 2017 aquí

Gas

Entendamos el mercado del Gas

By | Oil & Gas | No Comments

“Jumpin´Jack Flash, it´s a gas”, Mick Jagger

Ante la avalancha de desinformación sobre las causas de la subida de los precios de la electricidad, publicamos el sábado “Hay que Bajar la Luz” , pero seguimos leyendo y escuchando imprecisiones. Ahora parece que España fuera un desastre gestionando las compras de gas, y no es cierto.

España tiene uno de los sistemas de compra, gestión y almacenamiento de gas natural más eficientes del mundo. Tanto que, incluso en periodos de “alarma” por la primavera árabe o accidentes graves en plantas, y las consecuencias sobre nuestro principal suministrador, Argelia, nunca se dieron cortes de suministro.

La subida del precio del gas en enero se explica por el frío inesperado y el repunte dramático de la demanda en toda Europa, pero además por la caída de producción renovable e hidráulica.

En Reino Unido, el precio de gas natural se ha disparado a pesar de que el sistema estaba largo de gas (lean). En Alemania, los precios del gas natural han alcanzado máximos de dos años y Ruhrgas ha tenido que acudir a suministro adicional de emergencia desde Rusia.

En Francia, Engie, la antigua Gaz de France-Suez, ha tenido que acudir a suministradores en el mercado “spot” también, y los precios del gas natural han alcanzado récord. En Italia, ENI y Enel, con Snam ReteGas han puesto en marcha protocolos de urgencia, mientras los precios del gas se duplicaban en poco tiempo.

Señores, el precio del gas natural sube mucho cuando hace frío, y se desploma después. Aunque se tenga un excelente -y el europeo lo es- sistema de suministro, almacenamiento, regasificación y una combinación adecuada de contratos a largo plazo -take or pays- y suministro a corto, vía gas natural licuado spot, se dan periodos en los que ninguna estimación prudente cuenta con la tormenta perfecta de menos eólica, menos hidraulicidad y frío polar.

La demanda de gas natural en España la semana pasada batía récord al alcanzar los 1.589 GWh, debido a la ola de frío, la cifra más alta desde el año 2012.Sin embargo, y yo sigo todos los mercados de energía del mundo, no veo la politización de este tema en otros países.

Es verdad que el principal suministrador de gas natural de España es Argelia. Porque es más económico y flexible. El principal suministrador de gas natural importado de Alemania es Rusia. Los alarmismos sobre el precio del gas natural se dan una y otra vez en los medios (¿recuerdan el tema con Rusia y Ucrania?). La posición de Rusia o Argelia no es de “control”, es una relación comercial de dependencia bilateral con Europa. Ellos sin nosotros no harían nada, porque no tienen tanta demanda interna de gas, lo que lleva a una situación que es muy equilibrada.

Pero España tiene, además, contratos flexibles a través de sus empresas, con Noruega, Qatar, Nigeria, Trinidad y Tobago y hasta quince diferentes fuentes de suministro que suponen más del 50% de las compras y dotan al mercado de gas natural en España de mucha más flexibilidad que, por ejemplo, Italia, que tiene menos acceso a suministradores diversificados por tener menos plantas de regasificación y un sistema de redes menos eficiente.

De hecho, el sistema de contratos, almacenamiento y coordinación español es un modelo que Italia, Francia y Portugal han aplaudido siempre en las reuniones de Eurogas. España es el país europeo con más terminales de Gas Natural Licuado, que sirven también como almacenamiento y, gracias a ello, cuenta con uno de los suministros de gas natural más diversificados y seguros del mundo. Además, desde enero, la capacidad de importación de gas natural por las interconexiones con Francia ha aumentado en 60 GWh/día.

El lector dirá que, si es tan diversificado y tan estupendo, por qué se dispara el precio. El precio se ha disparado en los mercados internacionales, en todos los países, porque la demanda ha sido muy superior a lo esperado y la disponibilidad de Gas Natural Licuado en metaneros, que es alrededor del 15% del suministro global, se ha reducido por la alta demanda de corto plazo.

Pero el lector debe saber que hay razones adicionales porque el precio en Alemania, Francia, Italia o España es más del doble que en EEUU. Porque aquí, los más verdes del mundo, hemos denegado la posibilidad de desarrollar nuestros recursos, mientras que, en EEUU, donde el precio del gas natural también ha llegado a niveles de 2010 por el frío, siguen siendo muy inferiores a los nuestros.

La segunda razón es que nos hemos pegado un tiro en el pie colectivo desplazando el mix de generación de tecnologías base, como explicaba el sábado, a intermitentes. Si no llega a ser por el gas natural como respaldo, y la flexibilidad de suministro, los cortes de luz porque las energías intermitentes no podían cubrir la demanda, habrían sido generalizados.

Y el lector dirá que lo sustituyamos con solar y viento. Precisamente por aumentar de manera muy relevante el peso de energías intermitentes y de bajo factor de utilización, se ha disparado la demanda de gas con el frío. Cae la utilización eólica y entran las tecnologías de respaldo.

Recordemos que, incluso con los vaivenes de subidas en épocas de máxima demanda, el gas natural en ciclo combinado sigue siendo competitivo en media anual. Pero es que ha demostrado que es esencial como tecnología de respaldo y alternativa de bajas emisiones cuando desaparece casi la mitad de la producción renovable y se dispara la demanda.

Y, nuestro lector, tal vez un fan de solucionar los problemas de intervencionismo con más intervencionismo, dirá que por qué no se almacena gas natural para cubrir las necesidades más extremas. Y la respuesta, querido lector, es porque ni usted ni nadie lo pagaría. Y en 2011, 12, 13, 14, 15 o 16 se habría quejado de las malvadas empresas privadas que acumulan gas natural innecesario y nos cobran por ello.

Hace frío, señores. Y el viento sopla cuando sopla, el sol sale cuando sale. Y los unicornios de pensar que si lo gestionase el gobierno sería todo estupendo, se desvanecen cuando miramos a los precios del gas en Italia, en Francia etc. Y no es por falta de información, que Platt´s y Bloomberg están disponibles para todos.

Cuando el gas natural se desplome, y lo hará, en cuanto suban las temperaturas, casi nadie dirá que la gestión del sistema es excelente. 

Publicado originariamente el 24 de Enero de 2017 aquí

Viaje a la libertad económica

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Viaje a la Libertad Económica.

Los sistemas intervencionistas siempre piensan en los pobres. Por eso crean millones de ellos cada año.

Sinopsis de Viaje a la libertad económica:

El prestigioso economista Daniel Lacalle nos propone en este ensayo un apasionante viaje alrededor de las principales ideologías que en materia económica y social pergeñan el mundo en el que vivimos. En dicho periplo no sólo conoceremos el propio recorrido ideológico del autor -en el que transitó, tras leer y conocer en persona a sus principales ideólogos, del colectivismo al liberalismo austríaco, plaza en la que izó la bandera de la libertad y la responsabilidad individual-, sino que entenderemos cómo han evolucionado hasta nuestros días las grandes corrientes de pensamiento tales como el colectivismo, el monetarismo o el liberalismo. Asimismo, entenderemos por qué, en los últimos tiempos de crisis económica, política y social, las distintas ideologías se han convertido en argumentos arrojadizos de tantos y tan reconocidos economistas -pues la ideología está siempre presente y emana ineludiblemente en sus planteamientos-, y por qué, a menudo también, dichas ideologías se han erigido en planes de ruta inamovibles al servicio de los más significativos políticos y gobernantes.

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