All Posts By

Israel Cabrera

Los Robots no nos quitan el trabajo, los políticos, sí

By | Tecnología | No Comments

No me preocupa la inteligencia artificial, me aterra la miopía humana.Y el debate sobre la tecnología y la sociedad que vamos a tener en el futuro se está aprovechando para engañar a los ciudadanos y que acepten someterse a unos políticos que no nos pueden ni nos van a proteger, pero a buen seguro van a lucrarse prometiéndolo. Pero hay sesudos estudios que nos dicen que en 50 años la inmensa mayoría del trabajo lo van a hacer robots ¿qué hacemos? Las falacias de las estimaciones distópicas las hemos vivido desde hace décadas.

Yo siempre le explico a mis alumnos que, si creyésemos los sesudos estudios a cincuenta años del pasado, hace diecisiete años que nos hemos quedado sin agua, sin petróleo y sin trabajo. Las estimaciones a cincuenta años siempre sufren de los mismos errores. Primero, el presentismo. Tomar la situación actual y exagerarla. Segundo, dulcificar el pasado. No, ningún tiempo pasado fue mejor. Tercero, siempre estimar un futuro imposible y negativo.

La realidad es que hoy, la población mundial ha crecido hasta 7.500 millones, y tenemos más trabajo. El desempleo global está a mínimos históricos, un 5%, la pobreza mundial ha caído a niveles nunca vistos, desde un 80% en 1820 a un 10% actual. La mortalidad infantil se ha reducido a menos de la mitad, de 64,8 muertes por cada mil nacimientos en 1990 a 30,5 en 2016.

Contamos con mayores recursos naturales, las reservas probadas de petróleo han crecido y tenemos fuentes de suministro más diversificadas. Todo esto ha ocurrido con la mayor revolución tecnológica jamás vista. Más de la mitad de los trabajos que hoy existen ni siquiera eran conocidos hace veinte años. La demostración empírica es que los datos de más de 140 años muestran que la tecnología crea mucho más empleo del que destruye, y que es mentira que los puestos de baja cualificación desaparezcan. Se crean otros. Un estudio de Ian Stewart, Debapratim De y Alex Cole muestra claramente que la tecnología desplaza los trabajos más aburridos, peligrosos y duros, es decir, aquellos que no deseamos tener, en cualquier caso, y aumenta muchos más puestos de trabajo en sectores de servicio, conocimiento e interacción humana. De hecho, estudios de Deloitte, Ernst / Young y otros también prevén que necesitaremos muchísimos más puestos de trabajo en el futuro en labores de apoyo y servicios adyacentes a la actividad tecnológica. Lo que los profetas del desastre siempre olvidan es que mientras el cliente sea humano, la experiencia e interacción con otros humanos no se reduce. Aumenta.

 

Nunca apostemos en contra del ingenio humano. El mayor enemigo del profeta del apocalipsis es un ingeniero.

 

Las sociedades más robotizadas no tienen más paro, tienen mucho menos. Según datos de la OCDE de 2016, Corea del Sur, Singapur, Japón y Alemania tienen los mayores índices de robotización de las funciones laborales (530, 400, 305 y 301 robots por cada 1.000 empleados respectivamente) y un desempleo inferior al 3,9%. Mientras tanto, países que subvencionan los sectores de baja productividad y penalizan fiscalmente la robotización, como Francia, que tiene menos de la mitad de los robots que Corea del Sur o Singapur (127 por cada mil empleados), sufre un paro que triplica a esos países. España tiene menos aún, un 60% menos robots, y cinco veces más tasa de desempleo. McKinsey estima que prácticamente la mitad de la ganancia de competitividad de los próximos 50 años vendrá explicada por la digitalización y la automatización.

Y estoy seguro de que, como en el pasado, esas estimaciones se quedarán cortas. Tanto en la mejora de la productividad y la calidad de vida como en el avance de la robotización creativa, es decir, que genera muchos más y mejores puestos de trabajo. Incluso para los sectores de baja cualificación. Porque se trasladan a servicios y apoyo. Las empresas más representativas dentro de este fenómeno se denominan bajo la unión de sus iniciales: FAANG (Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google). No solo el desarrollo espectacular de esas empresas no ha reducido el empleo, es que el paro en Estados Unidos se ha reducido hasta el nivel más bajo desde 1968 mientras las empresas que se suponían que iban a perder por el avance tecnológico se han fortalecido al tener que competir.

En el mundo, el desempleo ha continuando bajando a pesar de que esas empresas avanzaban hasta suponer ya el 27% de la capitalización conjunta del NASDAQ, con modelos de negocio capaces de apalancar servicios que no existían hace solamente unas décadas. Estas empresas han creado muchísimos más puestos de trabajo indirectos de los que han “destruido”. La excusa de “¿qué pasa con los trabajos menos cualificados?” esconde la falacia del intervencionismo.

El proteccionismo, las subvenciones, el asistencialismo ni protege ni crea esos puestos en sectores en proceso de obsolescencia. Como se crea mucho más empleo es con formación, pero formación real, en el trabajo no cursos de sindicatos subvencionados. Porque la tecnología crea hasta un 40% de empleos no cualificados adicionales a los que destruye, como hemos visto en California, Texas o Illinois y en los países asiáticos. Un primer impacto positivo sobre el empleo de la digitalización lo provocan de forma directa estas compañías, que conjuntamente emplean ya a más de 800.000 personas en todo el mundo, con una productividad claramente superior a las empresas de sectores tradicionales con las que mantienen el pulso en los mercados financieros y mejores sueldos. Compañías como Facebook y Google tienen en nómina, respectivamente, a más de 27.000 y 88.000 personas y pagan más de un 50% más que la media de los sectores industriales. Su modelo de negocio se basa principalmente de la publicidad en medios digitales, mercado inexistente hasta hace unos años. Otros 115.000 puestos de trabajo pueden considerarse, por lo tanto, creación neta de empleo derivada de las nuevas tecnologías. Amazon, por su parte, con un 44% de cuota en el mercado e- commerce, es uno de los principales responsables de la creación de los más de 400.000 puestos de trabajo que han generado las empresas de comercio electrónico en Estados Unidos, según el economista Michael Mandel. Además, en el caso de la compañía de Jeff Bezos, el impacto ha de extenderse a sectores adyacentes al comercio electrónico, como son la logística, paquetería, pagos electrónicos, etc. En Asia, continente donde la robotización es un elemento usual en las empresas y métodos de producción, ya conocen los efectos positivos de este fenómeno. Según el Banco de Desarrollo Asiático, el mayor dinamismo económico generado por la robotización en 12 economías asiáticas en desarrollo entre 2005 y 2015 ha compensado la destrucción de empleo derivado de la implantación de procesos de automatización y ha creado más empleo aún. Esta transformación ha supuesto una creación de 134 millones de empleos al año, una cifra claramente superior a los 104 millones de empleos al año transformados por el efecto sustitución de mano de obra por un proceso automatizado. Entre el 43% y el 57% de los nuevos puestos de trabajo creados en India, Malasia y Filipinas durante los últimos 10 años provienen del sector tecnológico. Pero lo más importante es que el aumento del empleo en servicios, turismo, hostelería y sectores adyacentes se ha duplicado. En Europa, la digitalización se mide a través del índice DESI (Digital Economy and Society Index), elaborado por la Comisión Europea. Dinamarca, Finlandia, Suecia, Holanda, Luxemburgo y Reino Unido son los líderes en economía digital. Todos ellos resaltan por tres factores.

Una altísima libertad económica reflejada en el Economic Freedom Index, una enorme flexibilidad laboral y una alta digitalización y robotización. Todos tienen tasas de desempleo históricamente bajas (inferiores al 6%) e impactos menores sobre el mercado de trabajo derivados de shocks económicos. Además, cuatro de los seis países mencionados anteriormente también lideran el ránking de patentes por millones de habitantes en 2017, según la Oficina Europea de Patentes. Se trata de Holanda, Dinamarca, Suecia y Finlandia. No por inversión pública, sino porque más del 60% de la Investigación y Desarrollo es privada. Estudios de la Comisión Europea concluyen que el grado de robotización es capaz de explicar el 19% del incremento del empleo en el sector manufacturero de países como Austria durante los años 2009 a 2012, frente al decrecimiento de países como España, Italia o Portugal, donde la robotización y digitalización está muy retrasada. Asimismo, afirma la existencia de una relación directa entre el grado de robotización de las empresas manufactureras especialmente de las grandes empresas -y su productividad. La automatización no destruye empleo. Conduce a las economías -especialmente a las desarrolladas -hacia una aceleración de la migración de los trabajadores desde el sector manufacturero hacia el sector servicios; mientras que la digitalización aborda oportunidades rupturistas de mercado basadas en el ecosistema digital y en el negocio de los datos, que ya han sido bautizados como el petróleo del siglo XXI. Es decir, hace a las economías más fuertes, mejora la masa salarial y reduce los puestos de trabajo arriesgados. Ninguno de estos fenómenos es una amenaza para el mercado laboral. Sólo en Francia, McKinsey ha estimado que internet ha sido capaz de crear 2,4 empleos por cada trabajo transformado. La tecnología ha hecho que el factor trabajo desempeñe un papel más importante, no menor. Lo que se está produciendo, y se acentuará en los próximos años, es un proceso de migración desde sectores de baja productividad e intensivos en mano de obra no cualificada que desarrolla tareas rutinarias y peligrosas, hacia sectores orientados a servicios, a interacción personal, con distintos niveles de cualificación, pero no necesariamente solo alta preparación, donde la formación será un elemento esencial. No, un albañil, un fresador o un fontanero no están condenados a desaparecer. Solo a transformarse.

El factor humano seguirá siendo esencial en la era de la inteligencia artificial, pero lo único para lo que no será necesario es para llevar a cabo labores de alta precisión. Recuerdo cuando nos decían en 1991 que en 2011 nadie viajaría, que se llevarían a cabo las reuniones vía videoconferencia, desaparecerían las reuniones y trabajaríamos despegados del contacto humano. No podían haberse equivocado más. El presentismo, exagerar lo que consideramos una amenaza hoy, siempre nos lleva a equivocarnos. A los ciudadanos les encanta el progreso, pero temen el cambio. Queremos mejorar, pero somos extremadamente conservadores. No es una sorpresa que los que se autodenominan “progresistas” sean los más regresistas. Quieren recuperar 1975, y están en contra de la globalización, del comercio internacional, de la tecnología a la que quieren cargar de impuestos y de las técnicas disruptivas. Son los que subvencionan los sectores de baja productividad penalizan a los de alta productividad vía impuestos, y luego se rasgan las vestiduras porque no cambia el modelo productivo. Pero introducir miedo en la sociedad es muy rentable políticamente. Nos dicen que estamos condenados por una amenaza imparable y que “esta vez es diferente”, y que tenemos que ceder más libertad y darle más dinero a cambio de una seguridad que ni pueden ni saben dar. Pero, cuando fracasan, ya nos han puesto los grilletes. La renta básica, las subvenciones con el dinero de los demás y el asistencialismo son las excusas de la élite política para mantener a ciudadanos obsoletos y clientes rehenes. Los retos de la digitalización se afrontan con formación y liderando la carrera tecnológica, no prometiendo paguitas que luego desaparecen bajo el yugo de la inflación y el estancamiento económico.

La inteligencia artificial, la robotización y la digitalización no solo van a hacer el mundo mejor, y crear más y mejor empleo para todos. Afortunadamente, también son la llave que nos librará de los salvapatrias y solidarios con el dinero de los demás.

 

El futuro va a ser espectacular. No lo duden. Los robots no nos van a quitar el trabajo. Los políticos, sí.

Cumbre EU

Ponga una cumbre en su vida; siempre nos quedará París

By | Energia | No Comments

“Just do as I say don’t do as I do” Tony Banks, Phil Collins, Mike Rutherford

La decisión de Trump de rechazar el acuerdo “sobre el clima” de Paríscon el objetivo de negociar uno mejor puede criticarse o aplaudirse, pero lo que no debe hacerse es negar la realidad. Si a los gobiernos les preocupase el cambio climático, harían menos cumbres y más hechos. La realidad es que estas cumbres son oportunidades de foto que enmascaran una realidad muy distinta. Al burócrata le importa el proceso, no los resultados. Por eso adoran las cumbres y los acuerdos, pero justifican los atroces resultados con… Otra cumbre.

No se preocupen los que tiemblan ante las predicciones catastrofistas. El historial de errores garrafales de los agoreros del fin del mundo es tan amplio que solo un político lo podría ignorar. Solo recordarles que, según los análisis científicos de hace unas décadas, hace diecisiete años que no tendríamos ni petróleo ni agua. Porque ignorar la eficiencia, la tecnología y el desarrollo de fuentes sustitutivas es el pasatiempo favorito de los coleccionistas de subvenciones.

 

Ignorar la eficiencia, la tecnología y el desarrollo de fuentes sustitutivas es el pasatiempo favorito de los coleccionistas de subvenciones

 

El problema de la “lucha contra el cambio climático por decisión de comité” es que ni lo hace, ni ayuda a los consumidores. Perpetúa los incentivos perversos de los sectores contaminadores subvencionados y cercanos a los gobiernos a cambio de penalizar a los consumidores vía tasas, tarifas adicionales e impuestos “verdes”.

Pero hay una buena noticia. La descarbonización es imparable. No gracias a una cumbre de políticos –más bien al contrario-. Sino por competencia, tecnología y desarrollo. Por ingenio humano. El carbón lleva desapareciendo del mix energético global desde hace décadas a pesar –no gracias- a los gobiernos. Y lo mismo está ocurriendo con el petróleo.

De hecho, al lector no le sorprenderá que las cumbres del clima, en realidad, son reuniones que esconden, bajo la acción impositiva contra los ciudadanos, acuerdos para perpetuar los sectores rentistas contaminadores de sus países poniendo objetivos a 2030 que ya vendrá otro a explicar.

Porque la realidad es que, cumbre tras cumbre, con una sonrisa y un apretón de manos, vuelven a casa los líderes con sus empresas estatales contaminadoras intactas. 

-De los 147 países que han ratificado el acuerdo, en la inmensa mayoría, más del 90%, las empresas y sectores contaminadores son 100% públicos(las productoras de los petroestados, las carboneras, las acerías, etc…). Si a estos países les preocupase tanto el cambio climático no tendrían por qué reunirse en lugares exóticos. Con cerrar sus empresas estatales contaminadoras se acababa el problema.

-De hecho, ni cerrarlas. Si esos países que firman el acuerdo “del clima” implementaran las medidas de eficiencia, control medioambiental y mejores prácticas de las empresas norteamericanas, tampoco hacía falta cumbre. Tanto en I+D como en responsabilidad corporativa.

-La intensidad energética de EEUU se ha desplomado y necesita mucho menos consumo energético para crecer, a pesar de que ha aumentado su independencia energética hasta ser casi autosuficiente. La intensidad energética de EEUU es un 60% inferior a la de 1956 y crece mejor.

-China es el mayor contaminador del mundo. Supone un 15% de la economía global pero es casi un 30% de las emisiones totales. Si a China le preocupa el cambio climático, solo tiene que mirar al cielo en Pekín y ver que es negro, no azul, y cerrar sus empresas carboneras. Son casi todas estatales.

-India, lo mismo. Es casi el 7% de las emisiones globales y la inmensa mayoría son sectores estatales y subvencionados.

-China consume mucho más carbón de lo que dicen sus cifras oficiales. TantoThe Guardian como The New York Times han publicado que China emite hasta mil millones de toneladas de CO2 más de las que reconoce oficialmente cada año. Pero se presenta ante el mundo como el adalid de la lucha contra el cambio climático… En 2030 el 60% de su mix energético seguirá siendo carbón.

-La Unión Europea gasta anualmente 6.900 millones de dólares ensubvenciones al carbón. Desde el “acuerdo de Paris” de 2015, 875 millones de dólares anuales más. Es decir, han aumentado las ayudas al carbón (y las refinerías y las subvenciones al automóvil) mientras las tarifas de los consumidores se disparaban. No les tengo que decir que, además, la Unión Europea super-greenes alrededor del 10% de las emisiones de CO2 del mundo pero sus ciudadanos soportan el 100% del coste en sus tarifas.

-De las subvenciones a las energías fósiles, el mayor es Irán –que también firma el “tratado”- quesupone más que Arabia Saudí, Rusia e India juntos.

Como explicaba antes, la descarbonización es imparable. Y sería aún más rápida sin los escollos de los mismos que hoy se nos presentan como salvadores de la Tierra. Ni las estrellas de Hollywood desde sus aviones privados –verdes, seguro-, ni Trump con su aparente maldad diabólica ni los cientos de miles de páginas que firmarán tras el comité de turno van a eliminar el progreso, pero pararlo, vaya que si lo hacen.

Ni unos son salvadores de nada, con la sonrisa de “make the planet great again” mientras tiene un 1% del PIB en subvenciones a contaminadores, ni Trump es un monstruo. EEUU ha reducido más sus emisiones de CO2 que la inmensa mayoría de países gracias a la competencia, no a la decisión de Obama o de Trump. El éxito de EEUU en su política energética ha sido precisamente no tener una, me dijo Dick Cheney hace años. Si se hubiese hecho caso a las amenazas de politburó de la administración en 2007, hoy EEUU no sería autosuficiente en gas natural, uno de los mayores productores de petróleo del mundo, líder en eólica y solar competitiva sin subvenciones, y tampoco se habría dado la mayor caída del carbón como fuente de energía primaria.

 

Ni unos son salvadores de nada, con la sonrisa de “make the planet great again” mientras tiene un 1% del PIB en subvenciones a contaminadores, ni Trump es un monstruo

 

La descarbonización de EEUU no solo ha venido de la sana competencia, sino que se ha llevado a cabo una transición más barata para el consumidor. Y es que los datos de EEUU comparados con la Unión Europea de la subvención, el impuesto al CO2 y la planificación intervenida, dejan a Europa a los pies de los caballos. EEUU ha reducido más sus emisiones desde 2007 que la Unión Europea de la subvención y el decretazo.

EEUU ha conseguido esa reducción bajando los precios del gas y de la electricidad a sus ciudadanos, mientras en la UE se han disparado. Trump no va a hacer el carbón competitivo ni va a cambiar esa realidad, igual que Obama no pudo evitar la revolución energética que despreciaba ideológicamente y hoy se apunta como un logro personal.

¿Hubiera sido mejor que EEUU aceptase el acuerdo? Puede, pero no estoy seguro. Probablemente, ahora, desde una posición de fuerza, pueda negociar algo menos cosmético y más realista un acuerdo que no reniegue de la competitividad y el empleo.

Por lo tanto, no nos rasguemos las vestiduras.

Si usted cree que la decisión de Trump es muy mala malísima, respire tranquilo, le va a costar al menos tres años y medio llevarla a cabo. Y si usted cree que los salvadores del clima van a ser los chinos, dese un paseo por Pekin y Shanghai y mire al cielo. Y me dice lo que hay (si consigue ver algo).

Pero crea usted o yo lo que crea, la tecnología y la eficiencia seguirán generando mayor progreso, energía más abundante y más limpia. Keep Calmni Obama salvó el mundo ni Trump lo hundirá.

Publicado originariamente el 5 de Junio de 2017 aquí

La Gran Trampa

La gran trampa

By | Libros | No Comments
La Gran Trampa

La Gran Trampa.

Por qué los bancos centrales están abonando el terreno para la próxima crisis

La engañosa salida de la crisis, desvelada.

Sinopsis de La gran trampa:
Los medios de comunicación y muchos políticos han llamado «política monetaria no convencional» a las medidas adoptadas por los bancos centrales para salir de la crisis. Pero se trata de un concepto engañoso, porque en realidad lo que han hecho es lo mismo que siempre se ha hecho: intentar solventar desequilibrios estructurales con medidas inflacionistas. O, como más gráficamente dice Lacalle en este libro: «Crear dinero del aire». Pero una crisis de alto endeudamiento y exceso de riesgo no se soluciona aumentando el endeudamiento e incentivando el mismo riesgo.

La gran trampa es un libro crítico con bancos centrales, políticos y todos los que han dirigido una salida de la crisis que nos puede llevar a otra, porque si la última burbuja fue la de la vivienda, es posible que ahora estemos viviendo la burbuja de los bonos. Pero, al mismo tiempo, es un libro que ofrece soluciones proponiendo medidas para cimentar la credibilidad y evitar los enormes riesgos a los que se enfrentan nuestras economías.

Buy
hablando-se-entiende-la-gente

Hablando se entiende la gente

By | Libros | No Comments
hablando-se-entiende-la-gente

Hablando se entiende la gente.

¿Qué ocurre cuando tres economistas con posiciones dispares dialogan con honestidad, respeto y causa común?

Sinopsis de Hablando se Entiende la Gente:

Este libro no pretende resolver de un plumazo todos los problemas de la economía española. No busquen recetas mágicas porque no las hallarán. No existen. Lo que sí persigue es contribuir a crear el clima social de libertad de pensamiento y respeto que puede permitir que broten las soluciones que el país necesita. Daniel Lacalle, Emilio Ontiveros y Juan Torres han querido mostrar que se puede generar dicho clima sin demasiada dificultad y con independencia de la lejanía que pueda haber entre los distintos puntos de vista. Los únicos requisitos indispensables para afrontar con éxito las grandes dificultades de nuestra economía son voluntad de diálogo y deseo de comprensión.

Hablando se entiende la gente rechaza los falsos debates de etiquetas y reconoce lo esencial de las ideas, sin partir de la base de que siempre es el otro el que está equivocado, ni abordar con simplezas las cuestiones complejas. ¿Qué medidas económicas necesita España? En estas páginas hay tres propuestas muy distintas y sólo una certidumbre: si todos los españoles afrontásemos las diferencias con la cordialidad, con el respeto y con la disposición al encuentro con que los autores han abordado las suyas, España sería, sin lugar a dudas, el gran país con el que todos soñamos.

¿Qué le ha pasado a España en los últimos años? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Qué debilidades estructurales tenía nuestra economía cuando estalló la crisis? ¿Se han tomado las medidas necesarias para dejar atrás la recesión? ¿Es el tímido crecimiento económico un espejismo o está aquí para quedarse? ¿Estamos preparados para el futuro? A estas y otras preguntas fundamentales que preocupan a los ciudadanos da respuesta este libro. Hablando se entiende la gente es una oda al diálogo, un homenaje al entendimiento necesario para reconstruir un país maltrecho.

Buy
light bulb

Bajemos el precio de la luz

By | Energia | No Comments

“The lights go down, and there´s no one around” Jeff Lynne

Cuando suben los precios de la luz aparece otra inflación inmediata. La demagogia. Y cuando baja, el silencio de los intervencionistas es palpable, mientras que cuando sube, afloran como los hongos poniendo como ejemplo que hay que intervenir. No hay más que ver el exitazo de las empresas públicas eléctricas en Grecia o Italia, donde la gestión pública es tan excelente que los precios de la electricidad son de los más altos de Europa.

¿Por qué sube la luz?

Obviamente hace mucho frío. La Unión Europea está sufriendo una ola de frío que no se había visto en mucho tiempo.

A ello se añade, en el caso español, un periodo extremadamente seco con escasas precipitaciones. Esto es muy importante porque la energía hidráulica es “de base”, es decir, funciona todo el año y sin interrupciones, y es un gran efecto mitigador de los precios de la electricidad. Las tecnologías “de base” son aquellas que son capaces de satisfacer la demanda mínima durante 24 horas sin interrupciones, es decir, la hidráulica, nuclear, carbón y gas. Cuando “fallan” o se cercenan las tecnologías de base en favor de tecnologías intermitentes -solar y viento- o por cuestiones de clima, el sistema tiene que acudir a gas o carbón para sustituir.

Pues bien, además del frío polar que aumenta la demanda -casi un 10% en un mes-, las reservas hidráulicas disponibles para producción hidroeléctrica en el sistema se sitúan por debajo del 39%, comparado con casi un 55% en 2016.

… Pero no entran las renovables

Las energías intermitentes son impredecibles. Sopla mucho menos viento, a pesar de las instalaciones, y en enero la producción eólica ha sido 55 GWh al día inferior a la media histórica. El equivalente a 2 centrales nucleares menos en el sistema.

¿Y la solar? Ha aumentado, pero aun así la producción renovable total ha caído un 42% en lo que va de mes. La solar nos cuesta 10 veces más que el petróleo por las subvenciones (€340/mwh), y tiene un facto de carga que no llega al 30%, es decir, no podría sustituir a las tecnologías de base.

…. Mientras sube el gas y el carbón

Por lo tanto, la pérdida de suministro barato y de base, además de menor producción renovable, se compensa con gas y carbón. Los problemas de suministro en Argelia, con dos plantas paradas, añadido a la ola de frío, y el aumento de la demanda de carbón para generación han disparado la cotización. Pero no es cierto que paguemos el gas a cifras insostenibles. Gracias al suministro vía gasoducto de Argelia y la mejor red de regasificación y contratos a largo plazo de los suministradores, no sufrimos la subida de otros países. En España el gas ha subido lo mismo que en Francia o Italia, incluso que en Alemania donde Rusia suministra gran parte con contratos a largo plazo.

Ahora, a las realidades

Si la producción de carbón y gas no existiera y todo el parque fuera renovable, España sería hoy una batería de cortes de suministro. Ningún sistema 100% renovable habría cubierto la demanda con una caída del 40% de la producción de energía de los molinos.

Podemos hablar del coste

Muchos en España se han pasado años hablando de que debíamos hacer “como Alemania”, desmantelar nucleares y sustituirlas por solar. Los precios de la electricidad para los consumidores en Alemania se han duplicado gracias a esa ocurrencia. No, las renovables no han bajado las tarifas en Alemania, las han duplicado.

En Alemania, “poster boy” del buenismo verde, el precio de la electricidad esta semana se ha disparado a niveles de 2008. Enhorabuena. Adiós nuclear, hola sablazo. Los precios se multiplicaban, pasando de 40 a 83 euros el MWh en Alemania, y a 102 euros en Bélgica. Y en Alemania, tras duplicar las tarifas, los fósiles y nuclear siguen siendo casi el 70% del mix y el carbón disparado. Genial.

En Francia, que disfruta un coste de electricidad un 40% inferior a España por tener el mayor parque nuclear (casi un 77% del mix de generación), también se han disparado los costes de electricidad por el frío. Un 17% en pocos días.

Algunos que dicen que la energía hidráulica se vende a precio de gas caro no tienen ni idea de cómo se forman los precios en el sistema eléctrico o derrochan imaginación. Todos los mercados de generación de Europa son marginalistas, todos. Pero eso no significa que el precio de la energía base sea el del megavatio-hora más caro.

En un país donde se ha multiplicado el coste de la luz más de un 67% entre subvenciones, costes, lo peor que podemos hacer es creer que se va a solucionar el precio de la luz con las mismas políticas que lo dispararon. Más de un 60% de la factura eléctrica son impuestos y subvenciones. Pero, es curioso, cuando se trata de atacar por los precios de la luz, todo el mundo se indigna por la parte que es menos de un 30% de la tarifa y se calla con el 70% que son impuestos, costes regulados, subvenciones -al carbón, a los consumidores interrumpibles, a las renovables… Es maravilloso ver a los “verdes” criticar cualquier cosa menos las subvenciones al carbón.

Las tarifas tienen que bajar. ¿Cómo?

Con un mix de generación orientado a la competitividad, no a la ideología. Que sea flexible y a la vez competitivo. Lo explicamos aquí.

Que los costes de los errores de planificación no los paguen los consumidores, y que pasen a los presupuestos.

Que si quieren “salvar” el clima reduciendo emisiones, llamen a los chinos y les convenzan, no hagan que Europa sea el 100% del coste cuando es menos del 11% de las emisiones.

Ninguna de esas cosas va a ocurrir si se penaliza al eficiente a costa del caro y subvencionado, si se perpetúan energías obsoletas o incentiva a las ineficientes.

Bajar la luz es imperativo. No se va a hacer hundiendo al que supone el 30% de la tarifa para subvencionar al que la dispara.

Mientras toda Europa busca culpar de los precios de la luz a cualquiera menos a la batería de impuestos y subvenciones, en Estados Unidos, hay que ver qué tontos, la combinación de gas natural y renovables compitiendo ha llevado a que sus costes de electricidad sean menos de la mitad y reduzcan más sus emisiones que en Europa. Pues nada, sigamos ignorando el mundo y creyendo en unicornios.

Publicado originariamente el 24 de Enero de 2017 aquí

Business Insider

By | Finanzas y Mercados | No Comments

«La próxima crisis ya se está gestando y podría ser peor que la vivida en 2008»

 

  • Los banqueros centrales son como los bomberos pirómanos y crean crisis después de la crisis, dijo a Business Insider el director de fondos de cobertura y economista Daniel Lacalle.
  • La crisis financiera de 2008 tuvo lugar debido a las políticas del Banco Central, dijo Lacalle, que añadió que la próxima crisis ya se está gestando y podría ser peor.
  • Las políticas del Banco Central han sido una lotería para los inversores, pero han llevado al resto de la población a endeudarse, dijo el economista. 

Los banqueros centrales son como los «bomberos pirómanos» que crean una crisis tras otra que luego tratan de resolver, según ha comentado un economista y gestor de fondos de cobertura a Business Insider.

Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis SV y director de fondos de Adriza International Opportunities, dijo a Business Insider en una entrevista que culpa a los banqueros centrales de la crisis financiera del 2008por no entender los mercados financieros modernos mientras siguen usando herramientas de los años 60 para probar y controlaros. 

Los bancos centrales redujeron significativamente las tasas de interés antes del colapso de las hipotecas subprime de 2008, lo que alentó a las personas a invertir en activos que se consideraban seguros, como la vivienda. También permitió a los bancos ofrecer préstamos baratos y, de hecho, alentó la burbuja inmobiliaria hasta que estalló, argumentó Lacalle.

«Los banqueros centrales se presentaron a sí mismos como la solución al problema que ellos mismos crearon. Lo llamo el bombero pirómano», dijo. «Creas un fuego masivo y luego te presentas…para detenerlo».

Lacalle cree que parte del problema es que los banqueros centrales están utilizando herramientas creadas para economías más simples del pasado e inadecuadas para los mercados financieros complejos y modernos.

El economista español, que fue nombrado por Richtopia como uno de los veinte economistas más influyentes en 2016, ha trabajado con tres presidentes del banco central y dijo que cree que las políticas presentadas, aunque no entiende completamente cómo son los grandes mercados financieros y los efectos de sus políticas.

El experto pidió reglas de política monetaria técnica más estrictas que significaran que las decisiones sobre el suministro monetario solo puedan tomarse en base a las métricas del mercado y no a discreción de las personas que trabajan para los bancos centrales.

«Estas políticas destruyen por completo lo que es el dinero»

Lacalle cree que los bancos centrales están repitiendo el mismo error que condujo a la última crisis, creando la próxima burbuja a través de la compra continua de deuda pública (ahora en torno a los 20 millones de dólares). Esto ha elevado el precio de los bonos, inflado el valor de los activos financieros e inyectado dinero excedente en la economía.

«Hay un punto donde la percepción del valor de los inversores comienza a resquebrajarse», dijo Lacalle. «El problema de estas políticas es que destruimos completamente lo que es el dinero…al hacer que el dinero sea completamente inútil , básicamente promueves la inversión en centros comerciales y el endeudamiento».

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió en abril que la deuda global ha alcanzado un récord de 164.000 millones de dólares, o el 225% del PIB. La directora del FMI, Christine Lagarde, se refirió al creciente endeudamiento como «nubes que se acumulan en el horizonte».

Lacalle advirtió que el enorme endeudamiento podría provocar un estancamiento económico o, en el peor de los casos, una crisis peor que la de 2008. Esto se debe a que la deuda soberana supone un porcentaje mucho mayor de la economía que la vivienda.

«Creo que los banqueros centrales realmente creen que las burbujas creadas en los mercados financieros son algún tipo de daño colateral benigno«, dijo Lacalle, quien agregó que las políticas han supuesto una lotería para los inversores pero que han llevado al resto de la población a endeudarse.

The Philadelphia Society

By | Eventos | No Comments

«Big Questions Facing the Free Society»

 

Meetings with representatives of the United States congress, university professors and corporate leaders of different States at the quarterly Philadelphia Society Meeting in Philadelphia, PA.

Daniel Lacalle´s dissertation was based on the risks of monetary policy and the importance of defending sound money, balanced budgets and the promotion of capital investment.

The Philadelphia Society is a membership organization of scholars, educators, journalists, business and professional leaders, clergy–thoughtful analysts of current trends and public policy–all dedicated to the goal of deepening the intellectual foundations of a free and ordered society and to broadening the general understanding of its basic principles among the public at large.

The purpose of this Spring Meeting was to «examine several “Big Questions” that will increasingly influence the prospects for human freedom and flourishing in the U.S. and around the world. We will take up important matters about culture, religion, technology, education, and the future of freedom in the United States and abroad.»

 

6-8th April 2018, Philadelphia Pennylvania.